LOS VIÑEDOS, LA BODEGA Y EL VINO A TRAVÉS DE LA CÁMARA DE OSIRIUM
Si emociona pensarlo, imagínate verlo.
La apariencia y calidad que refleja una fotografía en torno al vino, desde la foto de una botella o de la propia Bodega y viñedos, se ha vuelto determinante para crear un concepto asociado a su calidad y estatus del vino. Por eso, toda bodega que tenga diseñada una estrategia de promoción apoyada en imágenes excelente podrá lograr que su marca sea más atractiva. Un factor básico es llamar la atención y avivar el recuerdo. Para ello es necesario establecer una conexión visual, con imágenes cuidadas y muy potentes, entre la marca del vino y el que la consume, procurando que el producto destaque entre la competencia para incentivar las ventas.
¿Cómo debe ser una imagen pensada para atraer al consumidor?
En ella se debe reconocer la marca del vino, tiene que describir y transmitir una atmosfera determinada, tener una graduación tonal adecuada y ser de alta calidad. En pocas palabras, debe reproducir la realidad o la imagen que tenemos de ella y trasladarnos rápidamente al mundo que ella refleja. Realmente detrás de una gran imagen que genere marca y ventas hay muchas horas de trabajo y multiples profesionales: expertos en marketing, diseñadores gráficos, fotógrafos, … Para Osirium cada fotografía es un reto: pues ha de tener un alto nivel de iconicidad para una rápida descodificación del mensaje por parte del receptor, tiene que identificar la marca del vino a la primera, y sobre todo tiene que genera fascinación y seducción.